1- Su celebración
Del Imam Muhammad Al-Baqir (con él sea la paz), de su padre: que el Mensajero de Dios (bendígale Dios a él y a su familia) desaconsejaba descuidar o dormir durante la noche veintiuno y veintitrés.
El Imam Muhammad Al-Baqir (con él sea la paz) dijo: «A quien celebra la noche del destino se le perdonan los pecados, aunque fueran del número de las estrellas del cielo, del peso de las montañas y del volumen de los mares.
El Imam Muhammad Al-Baqir (con él sea la paz) dijo: «A quien se quede levantado la noche del destino Dios le perdona los pecados del pasado y del futuro».
El Imam Alí Bin Abi Talib (con él sea la paz) dijo: «El Mensajero de Dios (bendígale Dios a él y a su familia) hacía la cama y doblaba las sábanas los últimos diez días de Ramadán. La noche veintitrés despertaba a su familia. Esa noche salpicaba sus rostros dormidos con agua. Fátima (con ella se la paz) no dejaba a nadie de su familia dormir esa noche y los atendía con un poco de comida que había preparado para ello durante el día. Ella decía: “Desafortunado quien esté privado del bien de esta”».
En el libro La jurisprudencia de Ar-Reda (con él sea la paz) dice: «Si puedes celebrar estas noches hasta la alborada (subh) [hazlo], pues en ella hay mucho favor y salvación del fuego. Dormir en estas noches aleja lo que esperas. Se narró que en la vigilia en el mes de Ramadán, en tres noches, la noche diecinueve, en la glorificación y la súplica, además del azalá, y en estas noches, multipliques el recuerdo de Dios Excelso y Glorioso».
El Imam Muhammad Al-Baqir (con él sea la paz) dijo: «A quien celebre la noche veintitrés del mes de Ramadán y rece en ella cien rakas Dios le alargará la vida».
De Alí Bin Abu Hamza Az-Zamali, que dijo: «Estaba yo con Abu Abdulá (con él sea la paz) y Abu Basir le dijo: “Sea yo tu rescate.
2- Baño (gusl)
El Imam Musa Bin Yafar (con él sea la paz) dijo: «Quien se bañe la noche del destino y la celebre hasta el despuntar del alba saldrá de sus pecados».
El Imam Yafar As-Sadiq (con él sea la paz): dijo: «Báñate la noche diecinueve, la veintiuno y la veintitrés del mes de Ramadán, y esfuérzate por celebrarla».
De Ibn Bakir, que dijo: «Pregunté a Abu Abdulá (el Imam Yafar As-Sadiq) (con él sea la paz) acerca del baño en Ramadán y en qué noche bañarse. Él dijo: “La diecinueve, la veintiuno y la veintitrés”».
3- Azalá de dos rakas
Del Profeta (bendígale Dios a él y a su familia), que dijo: «Quien rece dos rakas la noche del destino recitando en cada raka una vez la apertura (Al-Fátiha) del libro, siete veces “Qul huwa Allahu ahad” (Al-Ijlás)[1] y termine pidiendo perdón (astagfirullah) setenta veces sin levantarse de su lugar, Dios lo perdonará a él y a sus padres. Dios enviará ángeles que escriban para él las buenas obras hasta el año siguiente. Dios enviará ángeles a los paraísos para que planten para él árboles, construyan para él palacios y hagan correr para él ríos para que no salga de este mundo sin ver todo esto”».
4- Abrir el Corán y leer la siguiente súplica:
El Imam Yafar As-Sadiq (con él sea la paz) dijo: «Toma la copia del Corán en tres noches del mes de Ramadán, lo despliegas, lo pones en tus manos y dices: “Oh, Dios, te pido por tu libro descendido y por lo que hay en él, donde está tu nombre mayor, tus nombres mejores y lo que se teme y se espera, que me libres del fuego”, y suplica por lo que te parezca que necesites.
اللّهُمَّ إنِّي أَسْأَلُكَ بِكِتابِكَ المُنَزَّلُ وَما فيهِ وَفيهِ اسْمُكَ الاَكْبَرُ وَأَسْماؤكَ الحُسْنى وَما يُخافُ وَيُرْجى أَنْ تَجْعَلْني مِنْ عُتَقائِكَ مِنَ النّارِ
Al-lajúm-ma in-ni as-áluka bi-kitábikal munáz-zalu wa-ma fíji wa fíji ismukal ákbaru wa asmá ukal-jusna wama yujáfu wa yurcha an tach-‘alni min ‘utaca ika minan-nar
5- Coloca el Corán sobre tu cabeza y lee la siguiente súplica:
El Imam Yafar As-Sadiq (con él sea la paz) dijo: «Toma la copia del Corán, apóyala sobre tu cabeza y di: “Oh, Dios, por el derecho de este Corán, por el derecho de aquel con quien lo enviaste, por el derecho de todo creyente en el que lo encomendaste, y por tu derecho sobre ellos, pues no hay nadie que yo conozca por Tu derecho que procede de Ti, por Ti, Dios”, – diez veces – luego dices: “por Muhammad”, – diez veces – “por Alí”, – diez veces – “por Fátima”, – diez veces – “por Hasan”, – diez veces – “por Husein”, – diez veces – “por Alí, el hijo de Husein”, – diez veces – “por Muhammad, el hijo de Alí”, – diez veces – “por Yafar, el hijo de Muhammad”, – diez veces – “por Musa, el hijo de Yafar”, – diez veces – “por Alí, el hijo de Musa”, – diez veces – “por Muhammad, el hijo de Alí”, – diez veces – “por Alí, el hijo de Muhammad”, – diez veces – “por Hasan, el hijo de Alí”, – diez veces – “por el Argumento”, – diez veces – “por Ahmed Alhasan” – diez veces, y pides lo que necesitas.
اَللّـهُمَّ بِحَقِّ هذَا الْقُرْآنِ، وَبِحَقِّ مَنْ اَرْسَلْتَهُ بِهِ، وَبِحَقِّ كُلِّ مُؤْمِن مَدَحْتَهُ فيهِ، وَبِحَقِّكَ عَلَيْهِمْ، فَلا اَحَدَ اَعْرَفُ بِحَقِّكَ مِنْكَ
al-lajúm-ma bijác jadal curán wa bijácqui man arsáltaju biji, wa bijácqui kul-li mu-min madájtaju fiji, wa bijácquika aléijim, falá ájada á’rafu bijácquika mink
بِكَ يا اللهُ (diez veces)
bika yal-láh
بِمُحَمَّد (diez veces)
bi-mujám-mad
بِعَليٍّ (diez veces)
bi-‘alí
بِفاطِمَةَ (diez veces)
bi-fátima
بِالْحَسَنِ (diez veces)
bil-jásan
بِالْحُسَيْنِ (diez veces)
bil-juséin
بِعَلِي بْنِ الْحُسَيْنِ (diez veces)
bi-‘alíbnil juséin
بُمَحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ (diez veces)
bi-mujám-mad ibni alí
بِجَعْفَرِ بْنِ مُحَمَّد (diez veces)
bi-cháfar ibni mujám-mad
بِمُوسَى بْنِ جَعْفَر (diez veces)
bi-musabni cháfar
بِعَلِيِّ بْنِ مُوسى (diez veces)
bi-‘alíbni musa
بِمُحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ (diez veces)
bi-mujám-mad ibni ‘alí
بِعَلِيِّ بْنِ مُحَمَّد (diez veces)
bi-‘alí ibni mujám-mad
بِالْحَسَنِ بْنِ عَلِيٍّ (diez veces)
bil-jásan ibni ‘alí
بِالْحُجَّةِ (diez veces)
bil-juch-cha
بِاحْمَدُ الحَسَن (diez veces)
bi-ájmadul jásan
6- Lectura de las suras “Al-Ankabut” (La araña) y “Ar-Rum” (Los romanos)
De Abu Basir, Abu Abdulá (el Imam Yafar As-Sadiq) (con él sea la paz), que dijo: «Quien lea las suras de la araña y de los romanos en el mes de Ramadán, la noche veintitrés, juro por Dios, oh, padre de Muhammad, que será de la gente del Paraíso, y no excluyo en él a nadie ni temo que Dios escriba un pecado a mi diestra, aunque estas dos suras procedan de un lugar de Dios».
7- Visita al Imam Husein (con él sea la paz)
De Abduladím Al-Hosni, del segundo Abu Yafar (el Imam, con él sea la paz), que dijo en un hadiz: «A quien visite a Husein (con él sea la paz) la noche veintitrés del mes de Ramadán, que es la noche que se espera sea la noche del destino y en la que se distribuyen todos los asuntos de La Providencia, lo abrazará el espíritu de veinticuatro mil ángeles y del Profeta, todos pidiendo permiso a Dios en la visita a Husein (con él sea la paz) esa noche».
De Abu As-Sabah Al-Kananí, de Abu Abdulá (el Imam Yafar As-Sadiq), con él sea la paz, que dijo: «Si es la noche del destino, Dios Excelso y Glorioso, distribuye todos los asuntos de la providencia. Anuncia al pregonero del Séptimo Cielo desde el Trono que Dios Excelso y Glorioso ha perdonado a quien ha ido a la tumba de Husein (con él sea la paz)».
8- Lectura de la sura “Al-Qadr” (El destino) (como descendió) mil veces
El Imam Yafar As-Sadiq (con él sea la paz) dijo: «Si un hombre lee la noche veintitrés del mes de Ramadán “inna anzalnahu fi leilatul qadr”[2] mil veces, su certeza se fortalecerá reconociendo lo que nos distingue a nosotros. Y esto sólo se les mostrará al dormir».
بسم الله الرحمن الرحيم إِنَّا أَنزَلْنَاهُ فِي لَيْلَةِ الْقَدْرِ{1} وَمَا أَدْرَاكَ مَا لَيْلَةُ الْقَدْرِ{2} لَيْلَةُ الْقَدْرِ خَيْرٌ مِّنْ أَلْفِ شَهْرٍ{3} تَنَزَّلُ الْمَلَائِكَةُ وَالرُّوحُ فِيهَا بِإِذْنِ رَبِّهِم بِكُلِّ أَمْرٍ{4} سَلَامٌ هِيَ حَتَّى مَطْلَعِ الْفَجْرِ{5}
bismil-laji rajmáni rajím, in-na anzalnáju fil leilatul cádr
wa ma ád-raka ma leilatul cádr
leilatul cádri jeirum-min alfi shahr
tanáz-zalul malá-ikatu wa ruju fija bi ídni ráb-bijim bi-kul-li amr
salamun jía ját-ta mat-la’il fáchr
9- Realizar la peregrinación
El Imam Alí Bin Abi Talib (con él sea la paz) dijo: «A Dios reconforta la peregrinación en la noche diecisiete, diecinueve, veintiuno y veintitrés del mes de Ramadán. Él prescribe el porvenir de todo el año la noche del destino y en ella distribuye cada asunto de La Providencia».
10- El azalá de las cien rakas
El Imam Muhammad Al-Baqir (con él sea la paz) dijo: «A quien celebre la noche veintitrés del mes de Ramadán y rece en ella cien rakas, Dios le extenderá la vida en este mundo y lo apartará de quien sea su enemigo, lo protegerá del ahogo, de la destrucción, del robo y de la maldad de los depredadores, lo apartará de lo reprobable y lo detestable, hará salir de su tumba una luz que brille para la gente congregada, le entregará su escritura en su derecha, escribirá para él la eximición del fuego, la protección en la senda y la salvaguardia del tormento. Lo hará entrar al Paraíso sin rendir cuentas y pondrá para él de compañeros a los profetas, a los sinceros, a los mártires y a los justos, ¡y qué excelentes esos compañeros!».
De Suleimán Al-Yáfari, que dijo: «Abul Hasan (con él sea la paz) dijo: “En la noche veintiuno y veintitrés reza cien rakas. En cada raka recita una vez ‘Alhamdulillah’[3] y diez veces “Qul Huwa Allahu Ahad”.[4]
11- La invocación memorable
Del Profeta (bendígale Dios a él y a su familia), que ordenó un sola súplica para cada una de sus noches, diciendo: «La tercer noche de las últimas diez del mes de Ramadán suplicad y decid: “Oh, Señor de la noche del destino, qua la has hecho mejor que mil meses, Señor de la noche y del día, de las montañas, de los mares, de las tinieblas y las luces, Tuyos son los nombres mejores, te pido que bendigas a Muhammad y a la familia de Muhammad, y que pongas mi nombre esta noche entre los dichosos y mi espíritu entre los mártires, y me permitas en ella recordarte y agradecerte”».
يَا رَبَّ لَيْلَةِ الْقَدْر وَجَاعِلَهَا خَيْراً مِنْ اَلْفِ شَهْرٍ، وَرَبَّ اللَّيْلِ والنَّهَارِ، وَالْجِبَالِ والْبِحَارِ، والظُّلَمِ وَاْلاَنْوَارِ، لَكَ اْلاَسْمَاءُ الْحُسْنَى، اَسْاَلُكَ اَنْ تُصَلِّيَ عَلَى مُحَمَّدٍ وَآلِ مُحَمَّدٍ، وَاَنْ تَجْعَلَ اسْمِي فِي هَذِهِ اللَّيْلَةِ فِي السُّعَدَاءِ، وَرُوْحِي مَعَ الشُّهَدَاءِ، وَارْزُقْنِي فِيْهَا ذِكْرَكَ وَشُكْرَكَ
Ya rab-ba leilatil cádr wa chá’ilajá jéiran min alfi shahr, wa rab-bal leili wan-najar, wal chibal wal bijar, wad-dúlami wal-anwari, lakál asmál-jusna, as-áluka an tusal-li ‘ala mujám-mad wa aali mujám-mad, wa an tach-‘ala asmi fi jádijil leilati fis su’adá i wa-ruji maa shujadá, war zucni fija díkraka wa shúkraka
Otra súplica en esta noche narrada por el Profeta (bendígale Dios a él y a su familia): «Glorificado sea aquel que no muere, Glorificado sea aquel cuyo reino no cesa, Glorificado sea aquel al que ningún secreto le es oculto, Glorificado aquel que no cae una hoja sin que Él lo sepa, ni un grano en la oscuridad de la tierra, ni humedad ni aridez sin que esté en un libro claro, por Su saber y Su poder. Así que Glorificado sea, Glorificado sea, Glorificado sea, Glorificado sea, Glorificado sea, Glorificado sea, Glorificado sea, lo que engrandece su asunto, y causa su autoridad. Oh, Dios, bendice a Muhammad y a su familia, y ponnos entre tus redimidos y los dichosos de tu creación por tu perdón. Tú eres el Perdonador, el Misericordiosísimo».
سُبْحَانَ مَنْ لَا يَمُوتُ سُبْحَانَ مَنْ لَا يَزُولُ مُلْكُهُ سُبْحَانَ مَنْ لَا تَخْفَى عَلَيْهِ خَافِيَةٌ سُبْحَانَ مَنْ لَا تَسْقُطُ وَرَقَةٌ إِلَّا يَعْلَمُها [بِعِلْمِهِ] وَ لا حَبَّةٍ فِي ظُلُماتِ الْأَرْضِ وَ لا رَطْبٍ وَ لا يابِسٍ إِلَّا فِي كِتابٍ مُبِينٍ [يَعْلَمُهُ وَ قَدَّرَهُ] إِلَّا بِعِلْمِهِ وَ بِقُدْرَتِهِ فَسُبْحَانَهُ سُبْحَانَهُ سُبْحَانَهُ سُبْحَانَهُ سُبْحَانَهُ سُبْحَانَهُ سُبْحَانَهُ مَا أَعْظَمَ شَأْنَهُ وَ أَجَلَّ سُلْطَانَهُ اللَّهُمَّ صَلِّ عَلَى مُحَمَّدٍ وَ آلِهِ [وَ اجْعَلْنَا مِنْ عُتَقَائِكَ وَ سُعَدَاءِ خَلْقِكَ بِمَغْفِرَتِكَ إِنَّكَ أَنْتَ الْغَفُورُ الرَّحِيمُ]
subjána man la yamut, subjána man la yazulu múlkuju, subjána man la tajfa aleiji jáfi-yatún, subjána man la táscutu wára-catún il-la ya’lamúja bi-‘ílmiji, wa la júb-ba fi dulumátil árdi wa la ratbin wa la yabisín il-la fi kitabin mubínin ya’lamuju wa cád-daráju il-la bi’ílmiji wa bi-cúd-ratiji fa-subjánaju subjánaju subjánaju subjánaju subjánaju subjánaju subjánaju ma á’dama sha-naju wa achál-la sultánaju al-lajúm-ma sal-li ‘ala mujám-madin wa áliji, wa ach’álna min u’tacá-ika wa su’adá i jálquika bi-magfirátika ín-naka antal gafuru rajím
[1] Cuando se nombra la primera aleya de una sura se refiere a toda la sura. Por lo tanto, se refiere a recitar toda la sura, no solo la primera aleya.
[2] Se refiere a toda la sura.
[3] Se refiere a sura Al-Fátiha.
[4] Se refiere a sura Al-Ijlás.
Fuente: Página oficial de los Ansar del Imam Al-Mahdi (a) en árabe: http://vb.almahdyoon.com/showthread.php?t=4881