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La paz sea con vosotros y la misericordia de Dios y sus bendiciones

Y las bendiciones y la paz sean con el mejor de los que pisan la Tierra y el páramo de poder, con su familia de buenos, puros y veraces, y con sus compañeros de la derecha, y con el ayudante, el apoyo, el confiable, el sincero, los seguidores de la guía de Dios y de la guía de Muhammad y su familia, y con el más amable hasta que los hombres se levanten ante el Señor de los mundos… dicho esto…

La alabanza a Dios que nos ha guiado a esto y que no hubiéramos sido guiados si no nos hubiera guiado el Señor del poniente y Señor del oriente, aquel que tiene en su mano el saber de la hora y el reino de todas las cosas.

Escribo esto al Imam Ahmed Alhasan el Yamani, y lo pongo honestamente en el cuello de todo el que lo lea, desde la paz sea con vosotros hasta el Día de la Resurrección para que su contenido y significado llegue al Imam Ahmed Alhasan el Yamani en persona.

Al Imam Ahmed Alhasan el Yamani, la paz sea contigo, hijo del Mensajero de Dios, por lo que dijiste y convocaste… Tú eres quien sabe la ciencia de la certeza de la que el Mensajero de Dios y su familia hablaron; quien me desmienta, que tome asiento junto al fuego.

En ti está quien ha reivindicado al imamato y tu linaje se remonta a la casa de la profecía, y has tomado la responsabilidad de allanar el camino para establecer el estado de la verdad y la igualdad representado por el Qaim de la familia de Muhammad, que Dios apresure su noble alivio. Has tomado con tu diestra la bandera de los oprimidos y has puesto la primera piedra de la casa albriciando la llegada de nuestro patrono, nuestro imam, nuestro sayed. Tú eres quien ha tenido certeza de que la hora viene sin duda y de que Dios tiene poder sobre todas las cosas. Oh, tú, Imam, pregunto a Dios por el poder que ha decretado, por la luz de su trono, por la grandeza de su autoridad, por sus profetas, sus ángeles cercanos y el mejor de sus siervos elegidos. Y le pregunto por lo que sé, si eres tú de quienes invitan al libro de Dios para revivir la tradición de los profetas y de los enviados, la tradición de Muhammad y la familia de Muhammad, las bendiciones de Dios sea con él y su familia. Si eres tú de quienes invitan a la verdad con el permiso de Dios y ordenan lo reconocido, y desaconsejan lo reprobable, invitando a la veracidad, a la generosidad de la ética, y de quienes establecen la verdad, la justicia, la bondad con los creyentes y con los demás. Así que pido al que conoce lo oculto de los Cielos y la Tierra, que te otorgue una victoria clara y que te respalde con sus ángeles y los soldados de los cielos y la Tierra, y con lo que hay entre ambos y lo que hay debajo del suelo, que te consuele con un alivio próximo en un santiamén o antes, y que te de una victoria excelente e ilumine para ti las tinieblas y ponga a tu servicio las montañas para que ellas y el trueno glorifiquen a Dios. Y si te hace un mártir de la verdad en este mundo y en la otra vida de los señores de rostros sonrientes yo habré creído por Dios, nuestro Señor, por Muhammad, nuestro profeta, por el Corán, nuestro libro, y por Alí, nuestro patrono.

Pero si eres de quienes buscan este mundo mediante la labranza de la otra vida, entonces tu negocio no prosperará y no saldrás victorioso.

Así que dime la verdad, pues la muerte no tiene un velo que la oculte, y no quiero encontrar a mi Señor con su rostro negro cuando me pregunte por levantarme con quien se levantó invitando a la verdad y no halle respuesta por haber abandonado la verdad y a su gente.

Y te exhorto por lo que adoras y crees que seas sincero conmigo sobre la verdad y lo falso.

Y la paz.

Firas Al-Wadi

Canadá

Respuesta:

En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo

La alabanza a Dios, Señor de los mundos.

Que las bendiciones de Dios sean con Muhammad y la familia de Muhammad, los Imames y los Mahdis, y los bendiga en entrega abundante.

Y con vosotros sea la paz, la misericordia de Dios y sus bendiciones.

Que Dios os retribuya con el bien. Habéis tomado el camino de la búsqueda de la verdad y de investigar los hechos. Este es el camino de la persona sensata. A esta persona Dios no la dejará perderse, si Dios quiere, y yo albricio lo mejor de la otra vida y de este mundo mientras sea esta tu conducta y estos los modales que manifiestas en tu carta.

Que Dios os ayude. Sabed que he tomado como argumento el testamento del Mensajero de Dios, Muhammad (s), que él ha descrito como una protección del extravío. Ya hemos demostrado la autenticidad de su fuente y hemos demostrado que definitivamente se aplica a la persona que lo reivindica para cumplir con su propósito. En vuestra manos tenéis dos respuestas en las que he aclarado el argumento. Han sido compiladas y comentadas por el jeque puro, Alaa Alsalem, que Dios lo guarde. Nuestro opositor, además de no tener ninguna evidencia legítima ni racional de la creencia en la obligación de imitar al falible, es incapaz de responder a las evidencias definitivas que he traído. Así que no hay argumento ante Dios para quien siga la falsedad que ellos han presentad sin ninguna evidencia legítima ni racional, y que abandona nuestra verdad y nuestra religión divina de la verdad, religión de los profetas y de Muhammad y la familia de Muhammad (a), para la cual hemos presentado evidencias legítimas y definitivas.

Quienes se hacen llamar «ayas» [lit. señales, señales de Dios, ayatolás] y «maryas» [lit. referentes, referentes religiosos, clérigos] han huido de la confrontación conmigo y de debatir directamente conmigo. Yo estaba en Naÿaf, en el barrio An-Nasr. Mi puerta estuvo abierta noche y día. Yo recibía a cualquier persona. Me presenté a ellos para debatir directamente y anuncié que estaba listo para debatir en cualquier lugar que eligieran ellos, aunque fuera en sus propias oficinas. Esperé años sin resultado. Luego, cuando se vieron incapaces empezaron a activar su poder financiero para intentar arrestarme o matarme. Atacaron la oficina de la convocatoria, cerca del Imam Alí (a). Arrestaron a un grupo de creyentes sin ningún cargo. Solo por exponer la ignorancia y la incapacidad de los clérigos de enfrentar el saber que planteó Ahmed Alhasan. E hicieron todo esto para huir de un debate público, porque este mostraría el vacío ideológico y la mentira de su religión referencial construida sobre la creencia de la obligatoriedad de imitar al falible. Cuando me obligaron con la fuerza armada a aislarme en mi casa en las afueras de Nayaf no cerré la puerta al debate, sino que abrí otra puerta que hasta hoy está abierta para ellos. Puesto que he publicado la creencia de la verdad en libros, les he pedido que respondieran y espero un debate escrito. Pero también se han mostrado renuentes hasta hoy como ves. Finalmente, hace unos días se ha publicado el libro de El Sagrado Testamento. En él hay dos respuestas en las que explico la publicación del testamento y el carácter categórico de la evidencia de su confirmación cuando fuere reivindicado. Así que dejemos que pase todo y que respondan a estas dos respuestas. Yo los invito a que den una respuesta científica, que tenga valor. Que los clérigos de Nayaf pidan ayuda a los clérigos de Qom y que respondan para comenzar un debate escrito, entre yo y ellos. Y te digo una primicia: que no van a responder. Porque inicialmente instigaron a las fuerzas a atacar la oficina y cerrarla, y mi casa en Nayaf, con el único motivo de huir del debate. Entonces, ¿cómo voy a esperar que ellos hoy respondan? Hay un solo camino que talvez tenga algún resultado: que vosotros los exhortéis y los obliguéis a responder.

Si no quieren debatir sobre las dos respuestas presentadas y sobre lo que nosotros creemos entonces que empiece un debate escrito entre yo y ellos sobre la creencia de ellos en la obligatoriedad de imitar al falible.

En cuanto a sus pequeños portavoces, aspirantes a la diligencia (iytihad) y a lo que se le parezca, la lengua y los bolígrafos de los jeques ansar del Imam Al-Mahdi ya se han cansado pidiéndoles un debate público por televisión satelital para aclarar la creencia de la verdad a los hombres. Y ellos huyen cada vez con una excusa nueva para justificar su huida del debate con los ansar del Imam Al-Mahdi (a).

Y que huyan del debate con los ansar y se queden callados. Pero no, empezaron a mentir para engañar a la gente.

Por ejemplo: Al-Kourani y el centro seguidor de Sistani dicen que el nombre de uno de mis padres es “Katia” y repiten este nombre en la televisión satelital diciendo: “es hijo de Kuitia”. Esto revela la frivolidad de este hombre. De otro modo, ¿cómo es que de un hombre con turbante y de edad avanzada sale esta mentira de una forma tan vulgar?

Además de que mi nombre en los registros oficiales de Iraq es Ahmed Ismael Saleh Husein Salmán, y no hay ningún nombre Katia o Qatia. Entonces, ¿de dónde sacó Al-Kourani este nombre Katia?

¡Esta es, por lo tanto, otra mentira de la serie de mentiras del centro de Sistani y Al-Kourani!

Es un intento barato de ellos de mentir a la gente para engañarlos e injuriar con apodos como si no hubieran leído el Corán, que desaconseja esta mala costumbre, aunque el apodo fuera el correcto. Pero, ¿cómo? Si yo no encuentro entre mis padres ningún nombre “Katia” y este jamás ha sido mi apodo. Creo que mentir y este comportamiento no son propios ni de un chico atrevido. Y ellos son gente avanzada en años de barbas blancas y turbantes. Es un deshonor que tengan esta frivolidad y que de ellos venga la mentira, la calumnia, la injuria, los apodos de esta forma vulgar.

Dijo el Altísimo: {Y no os difaméis a vosotros mismos y no injuriéis con apodos. ¡Qué malo el nombre de transgresor después de la fe! Y quien no se arrepienta, pues esos son los injustos}. Y en Wasail Ash-Shia, vol. 21, pág. 400, capítulo de “lo detestable de mencionar el apodo y el sobrenombre cuyo dueño detesta o que probablemente deteste”, de Muhammad Bin Yahia Bin Abu Abbad, de su tío materno, de Ar-Reda (a): «Él recitó tres versos de un poema y era poco lo que él recitaba de poesía. Entonces dije: “¿Para quién es esto?”. Dijo: “Para un iraquí de vosotros”. Dije: “Abu Aatahiya lo recitó para sí mismo”. Y él dijo: “Di su nombre y déjate de eso. Esto es lo que Dios Glorioso y Excelso dice: {Y no os injuriéis con apodos}. Quizás el hombre deteste esto».

Pero, ¿acaso la cuestión termina aquí?

No.

Pues Al-Kourani dijo que Ahmed Alhasan es un sionista y su evidencia para acusar de esto es que Ahmed Alhasan defiende la estrella de seis puntas y dice que es herencia de los profetas.

Cuando la estrella de seis puntas fue encontrada entre los restos arqueológicos sumerios, que es la civilización más antigua conocida en la Tierra, anterior al nacimiento de Moisés hijo de Imrán (a) y anterior a cualquier cosa llamada judío. Pero Al-Kourani insiste en que la estrella de seis puntas pertenece solo a los sionistas y a nadie más, y que quien la defiende o explica la verdad de ella y dice que es herencia de los profetas es un sionista.

Por lo tanto, de acuerdo al método de deducción de Al-Kourani, la Hauza de Nayaf, el gobierno actual de Iraq, la gobernatura actual de la provincia de Kerbala y la dirección del museo del Imam Husein (a) en Kerbala están todos acusados por Al-Kourani de ser sionistas. Porque el cofre de Fátima Az-Zahra (a) ha sido decorado con una gran estrella de seis puntas. Se encuentra en un museo de Turquía y se ha colocado una réplica en el museo del Imam Husein (a) en Kerbala, en Iraq, con conocimiento de la Hauza de Nayaf. Es más, con este criterio de Al-Kourani, acusa al Mensajero Muhammad y a Fátima Az-Zahrá de ser sionistas, pues Fátima (a) colocaba este cofre atribuido a ella con una estrella de seis puntas en su casa, abierta hacia la mezquita del Mensajero de Dios, Muhammad, en la Iluminada Medina. Es decir, que la estrella de seis puntas estaba dentro de la mezquita profética.

Así pues, como ves, que Dios te corrija, ellos responden a la convocatoria de la verdad con la mentira y la calumnia. Todo ser racional comprende que el que se ve obligado a mentir deliberadamente para responder a la convocatoria de su opositor está reconociendo de hecho que es incapaz de responder científicamente. Por eso elije el camino de la mentira.

Además, entre sus mentiras, está que dicen a los hombres que la narradores del testamento son desconocidos, y que por lo tanto, el testamento es de una cadena de transmisión débil (daif). Aun cuando ya les hemos demostrado la autenticidad de la promulgación del testamento por la cadena de autoridades que garantiza la tradición auténtica y el conjunto de circunstancias que constituyen prueba. Los ansar les han detallado esto y explicado que el testamento no entra en la cuarta categoría para describirlo como “débil”, además de que la ciencia de los tradicionistas de la que se jactan es una gran mentira con la que engañan a la gente. Pues, para empezar, no tienen ni un solo elemento de referencia considerable y suficiente. Pero rebajándonos con ellos para que su mentira no pase inadvertida a la pobre gente engañada, les hemos aclarado que el testamento tiene una cadena de transmisión auténtica (sahih), y que es suficiente el testimonio del Jeque At-Tusi, que Dios tenga misericordia, de que sus narradores eran de privanza, es decir, que eran seguidores del imamato. Y vosotros dependéis de lo que dijo At-Tusi sobre los tradicionistas. Entonces, ¿qué pasó? ¿Qué cambió? ¿Por qué lo que dijo At-Tusi aquí sobre los tradicionistas no tiene valor para vosotros? ¡¿O es el que deseo os ha tumbado y ahora la realidad no os concierne para nada?!

En suma, esta es una pregunta que me dirigieron hace un tiempo y que respondí. Te hago llegar la pregunta y su respuesta:

P: el hermano Yafar Ash-Shabib pregunta sobre el significado de lo que dijo el Imam (a), de que las narraciones del testamento tienen una cadena de transmisión auténtica.

Abu Zeinab.

R: en nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo

La alabanza a Dios, Señor de los mundos.

Que las bendiciones de Dios sean con Muhammad y la familia de Muhammad, los Imames y los Mahdis, y les bendiga en entrega.

Antes de responder debe notarse que el Argumento de Dios no necesita enfocar la verdad con posturas retorcidas para demostrarla. Pero solo por misericordia con los hombres discute con algunos desviados con sus métodos. Discute con ellos, muestra sus debilidades y dice qué es lo correcto y qué lo incorrecto, y no se separa de ellos. Quizás regresen a la verdad.

Si las narraciones tienen narradores shiíes justos o veraces son de cadena de transmisión auténtica según ellos.

Por lo tanto, la autenticidad de una cadena de transmisión se suficiente si demostramos que:

  1. Los narradores son shiíes.
  2. Son veraces.

Para demostrar que los narradores del testamento son shiíes es suficiente con que el jeque At-Tusi haya narrado el testamento dentro de las narraciones de privanza. Es decir, que el jeque At-Tusi considera que sus narradores son de privanza (shiíes). Ya lo dijo At-Tusi en Al-Gaiba: «En cuanto a lo narrado por parte de la privanza, pues son más de lo que se pueden contar, yo no menciono más que un puñado de ellos…».[1] Luego de mencionar las narraciones de privanza y entre ellas el testamento, comentó: «En cuanto a lo que demuestra su autenticidad, pues está que son shiíes los que lo narraron en particular por la cadena de autoridades que garantiza la tradición auténtica, sucesor de ancestro. Este método para determinar la autenticidad se encuentra en los libros de los imames, en los textos sobre el Comandante de los Creyentes (a). Y el método es uno».[2]

Puede revisarse el libro La victoria del testamento del Jeque Nadhim Aloqaili, que Dios lo guarde, que demuestra con detalles que los narradores del testamento son shiíes.

En cuanto a decidir la veracidad de los narradores individualmente -y a nosotros nos basta con la veracidad- solo necesitamos que no pueda demostrarse con evidencia legítima que se haya discutido la autenticidad de alguno de ellos, pues el creyente es veraz en lo que dice hasta que se demuestre con evidencia legítima que ha mentido.

Así pues, que no digan que el creyente es un mentiroso hasta que se demuestre su veracidad. ¡Quien diga esto estará diciendo que sus seguidores son corruptos y que los considera mentirosos hasta que cada uno de ellos demuestre su veracidad con evidencias!

En cuanto a quien de ellos diga que la condición aparente del creyente no se conoce hasta que se demuestre su veracidad, buscando que su condición aparente de veraz o mentiroso no se conozca hasta que se demuestre con evidencia legítima, pues al decir esto contradice al Corán, al método del Mensajero que escuchaba a los creyentes y creía a los creyentes, sin examinar más la fe de ellos. El versículo coránico que muestra la conducta del Mensajero sobre este tema es clara y manifiesta. Dijo el Altísimo: {Y de ellos hay los que mortifican al profeta y dicen: «Él es una oreja». Di: «Una oreja buena es para vosotros. Cree en Dios y cree a los creyentes, y es una misericordia para los que han creído de vosotros». Y los que mortifican al mensajero de Dios, para ellos hay un tormento doloroso}.[3] Es decir, que las palabras de los que estaban en contra de lo que hacía el Mensajero de Dios, Muhammad (s) son como las palabras de esos que dicen que la condición del creyente se ignora y que no son creíbles hasta que se demuestre con evidencias que es veraz. Así critican al Mensajero de Dios (a) que escuchaba y creía lo que le decía cualquier creyente. {Y dicen: «Él es una oreja». Di: «Una oreja buena es para vosotros. Cree en Dios y cree a los creyentes}. Es decir, que Muhammad (s) escucha a todo creyente y cree lo que le dice, y no dice que el creyente sea de condición desconocida o que sea mentiroso hasta que se demuestra su veracidad. Al contrario, según el Mensajero, como está en la aleya, el creyente es veraz hasta que se demuestre que haya mentido. {Di: «Una oreja buena es para vosotros. Cree en Dios y cree a los creyentes} … {y cree a los creyentes}. Es decir, que tiene por fidedignos a los creyentes. Este juicio coránico en favor de la veracidad del creyente es claro, y no es en favor del desconocimiento de su condición como afirman. Y esto para nosotros es suficiente, pues los narradores del testamento son shiíes creyentes, y el creyente es aparentemente veraz, como está en el Corán. Por lo tanto, los narradores shiíes del testamento son aparentemente veraces y esto confirma la veracidad de su cadena de transmisión para quienes se atienen a la cuestión de la cadena de transmisión y su autenticación, y dependen y se apoyan en ella. Con respecto a preguntarse sobre la falsedad de un creyente, o de que sea veraz o mentiroso en realidad, pues esto no es algo que Dios haya encargado a los hombres. Esto es algo que solo el Señor de señores sabe, aquél que sabe lo que hay en el interior, y aquél al que Él quiere hacerle saber.

Creo que lo presentado es suficiente. Pero para seguir, agrego que lo que ellos dicen, que el creyente a primera vista es un mentiroso hasta que se demuestre su veracidad, o que exteriormente se desconoce su condición hasta que se demuestre su veracidad, se opone a la indulgencia de la sharía del islam y obligaría a anular los tribunales de la sharía, el sistema judicial, las firmas, los contratos en la mayoría de los casos, en los que no se podrá conseguir testigo de casamiento, de divorcio o de alegatos excepto con mucho esfuerzo. Esto si se logra tolerancia mutua en la cláusula de demostrar la imparcialidad y la veracidad de ellos. De lo contrario, no quedará demostrada la imparcialidad de ninguno a menos que se base en la imparcialidad y la veracidad de la palabra del mismo examinador y auditor, que no quedará demostrada sino mediante un examinador y un auditor, pues el mismo examinador y auditor necesita de alguien que testifique en favor de su imparcialidad y veracidad para que su testimonio sea aceptado por otros contra otra persona, y así sucesivamente. El asunto sigue hasta volverse inútil. Pues no puede demostrarse la imparcialidad de nadie con este método, a menos que testifique en favor de él uno de los Argumentos de Dios que haya demostrado ser un Argumento con pruebas o solo al mismo examinador, y como un juez por sí mismo no puede emitir un juicio legítimo sobre la imparcialidad de todas las personas quedaría anulado el testimonio del juez en el islam.

Por lo tanto, que digan que la condición de un creyente no se conoce hace difícil obtener testimonios en los tribunales y en asuntos legales similares, como contratos y firmas. Lo que ellos dicen es inútil y se opone al proceder del Mensajero Muhammad (s), de los Imames (a) del islam, de la tolerancia, del Corán y de la facilidad de sus estatutos. Además, que ellos digan que la condición del creyente no se conoce, lleva a no confiar en los mercados de los creyentes, así como tampoco en el mercado de los musulmanes, mientras que las narraciones consideran permitido confiar en los mercados de los musulmanes y sus juristas dictaminan esto. Es decir, que las narraciones de los Imames (a) consideran al musulmán veraz cuando habla del degollamiento ritual de un pez, de los sacrificios o algo similar.

¡¿Entonces, cuánto más con el creyente?!

Por lo tanto, lo correcto es que juzguemos sincero al creyente, hasta que haya una prueba concluyente de que haya mentido.

Con respecto a los que insisten después de esta declaración, en que el creyente es desconocido de condición o corrupto hasta que se demuestra su imparcialidad o veracidad, pues eso es asunto de ellos, es terquedad y prejuicio. Es más, la evidencia establecida es que el creyente es veraz y dice la verdad. Que sus seguidores escuchen lo que ellos dicen para que sepan que, según los juristas del extravío, ellos mismos son los corruptos, los don nadie, los desconocidos de condición y los deshonestos, aunque demuestren ser creyentes, porque los juristas del extravío obligan a cada uno de ellos a demostrar una imparcialidad que no se puede demostrar con el método de ellos, con evidencia lógica y correcta, ya que si dicen que la imparcialidad de una persona se demuestra con el testimonio de otra persona imparcial o de dos, entonces esa otra persona imparcial necesitaría también otro testimonio y así sucesivamente esta cuestión se vuelve inútil.

Además de todo lo presentado, esos que se jactan de la ciencia de los tradicionistas, para empezar no tienen ningún elemento de referencia para evaluar a un número sustancial de compañeros de Muhammad y de la familia de Muhammad (s), para tener el derecho para evaluar a otros. Por lo tanto, en primer lugar, carecen de un elemento fiable para evaluar, puesto que hay cientos de miles de compañeros del Mensajero y los Imames (a) y en sus avanzados libros de tradicionistas solo tienen mencionados un número muy pequeño de ellos. Y si este fuera el caso, entonces cualquier narración que no les agrade a algunos de ellos o que no coincida con sus deseos, podrán refutarla fácilmente con el argumento de que se desconoce la condición de tal narrador o que no está mencionado en los avanzados libros de los tradicionistas. Cuando la mayoría no está mencionada y cuando la gente en general no sabe que la realidad es que esos, en primer lugar, no tienen ningún elemento fiable para apelar que certifique esto de una forma lógica. Quien quiera más detalles puede revisar detalló el Jeque Nadhim Aloqaili, que Dios lo guarde, sobre este tema.

Y la alabanza a Dios, Señor de los mundos.

Por lo tanto, que Dios te conceda el éxito:

Nosotros: hemos demostrado nuestro argumento con evidencia legítima y racional. Está publicado en libros y el último de ellos es el libro El testamento sagrado. Ellos no han encontrado una respuesta que no sea mentir, que no sean ardides de incapaces criticando la cadena de transmisión transmitida por una serie ininterrumpida de narradores del testamento, además de que su cadena de transmisión ya ha sido autenticada por At-Tusi describiendo a sus tradicionistas como de privanza. Ellos y todos los eruditos contemporáneos dependen de lo que dijo At-Tusi sobre los tradicionistas, y no pueden refutar lo que dijo At-Tusi sobre los tradicionistas basados en lo que dijeron los contemporáneos, porque si lo hicieran, hasta las migas que tienen entre sus manos y que llaman ciencia de los tradicionistas quedarían dispersadas. Así que la realidad de lo que digan los contemporáneos sobre los tradicionistas son igual a nada mientras sean meras declaraciones, desprovistas de prueba legítima.

Ellos: son incapaces de entregar evidencia legítima o racional sobre la creencia de la imitación sobre la cual han construido su religión referencial. Pues no tienen ni un versículo coránico explícito de prueba ni una narración definitiva de prueba, ni tienen una evidencia racional completa. Así que esta regla que obliga a recurrir al erudito que presentan no se aplica a ellos, porque en el mejor de los casos dan su opinión, porque son suposiciones. Y en realidad, a veces solo presentan ideas equivocadas, como la de los estatutos del azalá en las regiones próximas a los polos. Incluso algunos de esos que se hacen llamar maryas ni siquiera entienden lo que se les dice, pues cuando les pedimos una evidencia de su creencia en la obligatoriedad de imitar al falible vemos que presentan como evidencia que hay que recurrir a un especialista. Decir esto, en el mejor de los casos, significa que estaría permitido, no que sería obligatorio. Incluso, esta permisibilidad está en debate. Que den esto como evidencia racional significa que no entienden lo que les decimos. O que reconozcan que la creencia de ellos es una herejía y un absurdo, que no tiene ninguna evidencia. Que renuncien a esta creencia en la obligatoriedad después de que les hemos aclarado su falsedad y que pasen a la creencia en la permisibilidad o recomendatoria. Si es así, deben anunciar que renuncian a su falsa creencia y que pasan de la obligatoriedad a la permisibilidad para que llevemos nuestro debate con ellos a este tema y debatamos sobre su nueva creencia.

Por tu Señor, ¿cómo alguien racional temeroso de la otra vida abandona esta verdad que Ahmed Alhasan le presenta y se agarra de las conjeturas y las estupideces que le presentan esos que se hacen llamar maryas. Por Dios, siento lástima por la situación de esos que se hacen llamar a sí mismos maryas, por la debilidad y la endeblez en la que están y por la incapacidad que tienen de defender su propia creencia que ha sido demolida gracias a Dios y por el éxito que Él nos ha concedido. Yo los invito a que revisen sus almas, pues todos nosotros hacia la muerte caminamos y seremos interrogados, y ellos serán interrogados. No creo que el cargo y el poder mundanos merezcan toda esta dificultad, que vendan la causa de su otra vida y elijan el camino del extravío, lejos del saber, extraviando a los hombres e incurriendo en la ira de Dios y en su indignación. Que se guarden de Dios por los hombres necesitados a los que extravían y alejan de la verdad con mentiras y conjeturas sin ninguna verdad o evidencia, como la mentira de su creencia en la obligatoriedad de imitar al falible.

En cuanto a lo que has dicho, que Dios te conceda el éxito: «Pero si eres de quienes buscan este mundo mediante la labranza de la otra vida, entonces tu negocio no prosperará y no saldrás victorioso».

Sí, tienes razón. Si fuera yo de los que buscan este mundo

Pero ¿cómo que estoy, por ejemplo, buscando este mundo?

No creo que alguien que busque prestigio tome un camino como el que yo tomé, pues yo, antes de la convocatoria, ya estaba aislado y ahora más aislado y desamparado en la tierra de Dios, yo y mi familia, como los falsos dioses hicieron con mis padres, los Imames (a). Tengo un buen ejemplo en ellos, porque la verdad no deja a su dueño sin otro amigo más que Dios Glorificado sea.

Y entre la gente más amada a para mí estaba mi madre, de la cual no me separé ni un día antes de esta convocatoria. Tuve que separarme de ella hasta que murió y estando lejos no pude despedirme. ¿Y acaso alguien que busca este mundo va por este camino difícil, desierto, que da tragos de dolor y ahogo?

No creo que alguien que busque dinero coloque una tesorería para los creyentes en cada país, con un sistema de cuentas y lugares de cambio, para que se registre cada monto que entra a la tesorería y cada monto que sale. Los agentes autorizados para recolectar el quinto son conocidos, como el Sayed Hasan Alhammami y el jeque Sadiq Al-Muhammadi. Ellos no me lo envían a mí ni lo toman para ellos, sino que lo entregan a la tesorería y la tesorería lo reparte a los pobres, a los necesitados, a los huérfanos, a las viudas, a los estudiantes de ciencias y a otros, incluso a quienes no creen en esta convocatoria.

No tengo ningún dinero personal que exceda a las necesidades de la vida diaria y alquilaba la vivienda en la que mi familia se refugió. Sí, todo lo que poseía era un pequeño terreno rural que compré en las afueras de Nayaf para vivir en él. Construí una casa muy pequeña como consuelo para los pobres y dije: “Mientras viva en Iraq he de vivir como viven los pobres en él. Talvez pasen los días y un día vean esta casa. El dinero con el que la compré, parte me lo prestó mi hermano mayor, que Dios lo guarde, y la otra parte la tome prestada de uno de mis compañeros que también es de los creyentes en la convocatoria de la verdad, que es el jeque Abu Muhammad Az-Ziadi, que Dios lo guarde. Le pagué con las ganancias de la tierra después de que la coseché. Cuando el jeque Abu Muhammad me entregaba el dinero frente a algunos ansar, sobre el papel de pagos estaba estampada la palabra fadak y el mismo día me dedicó el libro de «La Ocultación» que tenía sellada la palabra fadak. Entonces dije «Glorificado sea Dios, las señales se siguen unas a otras». Y de estos fue testigo un grupo de ansar, que Dios los guarde. Entre ellos estaba el jeque Abu Muhammad Az-Ziadi, el jeque Abu Hasan Az-Ziadi y el jeque Abu Husein, que Dios los guarde. En todo caso, tuve que irme de este terreno en el año 2007, yo, mi esposa y mis niños, horas antes de que fuerzas militares patrocinadas por los clérigos la atacaran por instigación de ellos. Cuando no me encontraron la confiscaron y colocaron guardias. Después de un tiempo la abandonaron y qué parecida fue a Fadak, qué parecida fue a la horrenda acción que cometieron cuando atacaron la casa de mi madre Az-Zahra (a). No supe nada de este terreno desde el año 2007 hasta hace unos días, porque uno de los creyentes, el jeque Abu Hasan y algunos jeques de los clanes de Nayaf, que Dios se los retribuya, procuraron recuperarla. Y la alabanza a Dios que me hizo igual a mi madre, Fátima Az-Zahra (a) y a mi padre, el Comandante de los Creyentes, Alí (a): «¿No fue así? Todo lo que tuvimos bajo la sombra del cielo fue Fadak. Así que había personas que la codiciaban y otras personas que se ensuciaban por ella. Y sí, el juicio es de Dios. ¿Y qué habría de hacer yo con Fadak o con cualquier tierra que no sea Fadak cuando mi alma sabe que mañana estará en la tumba? En esta oscuridad no se ve su rastro y se ocultan sus noticias. Aunque se agrande el espacio de este hoyo y la mano abra su palma para comprimir la piedra y el limo, la tierra acumulada cierra sus brechas. Así que cultivo mi alma con la devoción para que llegue segura al día del mayor temor y firme en los costados del deslizadero».

Talvez algunos de ellos busquen este mundo colmando sus deseos sexuales. Yo estoy casado solo con una esposa desde antes de la convocatoria y es la madre de mis niños. No he conocido en mi vida jamás a otra aparte de ella para un casamiento permanente o temporal. ¡¿Entonces dónde es que estoy buscando este mundo con esto?!

Yo mismo, y me refugio en Dios del yo:

compro lo necesario para mi casa en el mercado,

y no tengo escolta armada ni desarmada. Y la alabanza a Dios que me ha dado seguridad y no ha hecho que la necesite.

No acepto que nadie bese mi mano ni la extiendo para que los hombres la besen como hacen los clérigos y algunos de sus delegados.

. Todos estos son hechos que los ansar han visto en el pasado y hoy los ansar cercanos a mí. O sea que no son cosas ocultas, sino atestiguadas por muchos hombres en el pasado y el presente.

¡¿Entonces dónde está este mundo que yo estaría buscando?!

¡¿Cómo que yo lo estoy buscando?! ¡¿En qué cosa lo estoy buscando?! ¡Que Dios los corrija!

En las narraciones dice que no se debe besar la mano de nadie que no sea un profeta o un sucesor. Entonces, ¿es razonable que esos que no son profetas ni sucesores y presentan sus manos para que los hombres se las besen estén buscando la otra vida?! ¡¿Y que, Ahmed Alhasan, que a pesar de ser un sucesor y rechaza que un hombre le bese la mano, esté buscando este mundo?! Por Dios, no digo que sean injustos con Ahmed Alhasan, sino que son injustos con vuestra propia razón si es que así razonáis y juzgáis.

Tened misericordia de vosotros mismos, que Dios tenga misericordia de vosotros. Pues esos que os hacen obligatoria la imitación son comerciantes de pollos y propiedades, seguidores de deseos y no buscadores de la otra vida. No tienen ninguna relación con la otra vida y vosotros sabéis esto. Los habéis visto en Iraq vosotros mismos y quienes estáis en el extranjero los veis enviando a sus hijos para recolectar el quinto y el dinero para gastarlo en placeres en occidente con el argumento del proselitismo. Preguntadles por qué solo envían a sus hijos entre todos los estudiantes de la Hauza de Nayaf a los países de occidente. ¿Por qué sus oficinas y tesorerías son administradas por sus hijos que disponen de ellas como quieren sin ninguna supervisión, reglamento, auditoría o control?

Espero que tengáis misericordia de vosotros mismos, que Dios tenga misericordia de vosotros. Usad vuestra razón para distinguir y conocer la verdad, pues a los buscadores de este mundo se los reconoce por su comportamiento, su conducta y sus acciones

Y que la paz sea con vosotros, la misericordia de Dios y sus bendiciones.

Ahmed Alhasan

Dul Hiyya, 1433 H.


[1] Al-Gaiba del jeque At-Tusi, pág. 137.

[2] Gaiba de At-Tusi, pág. 156.

[3] Sagrado Corán – sura “At-Taiba” (El arrepentimiento), 61.