Dios Glorificado y Altísimo creó a los hombres. Los creó primero en el Mundo de la Aspersión (el Primer Cielo o Cielo de las Almas). Estas almas humanas estaban en este cielo y con ellas estos tres espíritus (el espíritu de vida, el espíritu de fuerza y el espíritu de deseo) o tres motores. En realidad, estos son distintos enfoques del alma humana. Si observamos el alma humana encontraremos que ella misma es el espíritu de vida, el espíritu de fuerza y el espíritu de deseo.
O más claramente: estos son nombres del alma humana considerando que ella tiene las características de estos nombres. Estos tres espíritus pertenecen al alma humana, sin importar que sea creyente o no.
En tanto que el espíritu de fe y el Espíritu Santo dependen de la fe y de la elevación (el nivel de la fe). En el Mundo de la Aspersión, los que dijeron “sí” y los que no lo dijeron, todos tienen los tres espíritus. Los que dijeron “sí” por fe verdadera de corazón se gradúan según sus estaciones y la velocidad de sus respuestas. Entre ellos hay quien tiene solamente espíritu de fe y otros tienen Espíritu Santo. Los que tienen Espíritu Santo también se gradúan según su anticipación en responder. Todos ellos tienen el Espíritu Santo que corresponde a su estación. Así que el Espíritu Santo unido a Jesús (con él sea la paz) no es el que va unido a Jonás (con él sea la paz) y así sucesivamente…
Muhammad y la familia de Muhammad (con ellos sea la paz) se distinguen por estar unidos al Espíritu Santo Mayor. Pero, además, el Espíritu Santo Mayor no tiene solo un rango, pues según la estación de cada uno de ellos será su Espíritu Santo Mayor.
Del libro Creencias del islam del Imam Ahmed Alhasan (a)