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Ahmed Alhasan احمد الحسن

23 de diciembre del 2012

La Octava Litera

Están Quienes Caen o Tropiezan en el Viaje a la Inmortalidad

He aclarado que el viaje de Gilgamesh cuenta sobre la inmortalidad espiritual y la vida eterna en el más allá, y no la inmortalidad física, porque si los necios saben que la vida física termina, ¿cómo no lo sabría Gilgamesh, que está descripto en la Epopeya como sabio y conocedor de la verdad de las cosas? Y como la inmortalidad y la

muerte mencionada en la historia se refieren a la inmortalidad y la muerte del alma, la muerte de Enkidu es similar, así que Enkidu no podría completar el viaje a la inmortalidad sin caer o tropezar en el camino, cometiendo actos prohibidos y yendo contra las órdenes que Gilgamesh le dio, así que el resultado fue que cayó en las garras del inframundo, y Gilgamesh trató de salvarle de esto y le ayudó a subir después de su tropiezo,

Gilgamesh dice a Enkidu:

“«Si ahora tú desciendes a los Infiernos,

Voy a decirte una palabra, escúchala,

Voy a darte un consejo, síguelo,

No te pongas ropas limpias,

Si no, como el enemigo, los administradores infernales se adelantarían.

No te untes con el buen aceite del bur,

Si no, con su olor, todos se apiñarían a tu alrededor.

No lances el bumerang a los Infiernos,

Si no, aquellos a los que hubiera tocado el bumerang te rodearían.

No lleves ningún bastón en la mano,

Si no, las sombras revolotearían a tu alrededor.

No te calces con sandalias,

Dentro de los Infiernos no sueltes ningún grito;

No beses a tu esposa bienamada,

No pegues a tu esposa detestada;

No beses a tu hijo bienamado,

No pegues a tu hijo detestable.

Si no el clamor de Kur se apoderaría de ti,

Pero, habiendo hecho Enkidu todo lo contrario de lo que le había dicho su amo, el

monstruo Kur lo captura y no le deja volver a la tierra.

En la batalla, allí donde se manifiesta el valor, no cayó,

¡Pero Kur se ha apoderado de él!” La Historia Empieza en Sumeria, Samuel Noah Kramer

“Por el contrario, es bastante improbable que el relato de la muerte de Enkidu y sus exequias pueda ser de origen babilónico. En efecto, según el autor sumerio de Gilgamesh, Enkidu y los Infiernos, Enkidu no murió como suelen morir los hombres, sino que fue capturado por el demonio Kur, por haber violado a sabiendas los tabúes del universo infernal. Este incidente de la muerte de Enkidu sirve a los autores babilónicos para intercalar el episodio de la Busca de la Inmortalidad, punto culminante de su poema.

…Resumiendo, pues, diremos que muchos episodios de la Epopeya babilónica han sido plagiados de poemas sumerios dedicados al héroe Gilgamesh. Incluso en aquellos pasajes de los que no conocemos modelos sumerios, algunos temas particulares reflejan también la influencia de la poesía mítica o épica de Sumer.” Samuel Kramer, La Historia Empieza en Sumeria.

Ahmed Alhasan احمد الحسن

23 de diciembre del 2012

La Novena Litera

El Viaje de Gilgamesh a su Abuelo Noé (a)

Y entonces comenzó el viaje de Gilgamesh a su abuelo Noé (Utnapishtim) en el cual buscaba la inmortalidad, la inmortalidad del alma y no la del cuerpo, desde el comienzo, Gilgamesh sabía que no había inmortalidad para el cuerpo porque dijo:

“Sólo los dioses [viven] eternamente bajo el sol Para la humanidad, contados son sus días; ¡Cuánto ejecuta no es sino viento!” La Epopeya de Gilgamesh.

Y su abuelo Noé había muerto hacía mucho tiempo y él lo sabía bien, por eso se trataba de un viaje al otro mundo. Y en este viaje, Gilgamesh se aplasta a sí mismo y alcanza la inmortalidad por la que viajaba buscando. Y alcanza lo que deseaba en el mismo viaje e incluso antes de llegar a su abuelo Noé (Utnapishtim).

“Su cuerpo de pelo intenso cubrirá,

Pondráse una piel de león” La Epopeya de Gilgamesh

Y Gilgamesh entra al mundo de la verdad y ve cosas por lo que ellas están realmente en su viaje hacia su abuelo Utnapishtim (Noé a.).

“Y así con mucho llegó Gilgamesh a Mashu, las grandes montañas sobre la cuales había oído tantas cosas, que guardan al sol creciente y poniente. Sus cumbres gemelas son tan altas como el muro del cielo y sus entrañas llegan hasta el inframundo. En cuanto a su puerta, la guardan escorpiones, mitad hombres y mitad dragones. La gloria de ellos es terrible, sus miradas golpean hasta matar hombres, sus relucientes auras arrasan las montañas que guardan al sol naciente. Cuando Gilgamesh los vio se cubrió lo ojos durante sólo un momento, luego tomó coraje y se acercó. Cuando ellos le vieron tan impávido el hombre-escorpión dijo a su pareja «Este que viene ahora a nosotros es carne de los dioses.» La pareja del hombre escorpión respondió: «Dos tercios es dios, pero uno es hombre.» Luego él llamó al hombre Gilgamesh, llamó al hijo de los dioses: «¿Por qué has venido en tan largo viaje? ¿Por qué has viajado tanto, cruzando aguas peligrosas?, dime la razón por la que has venido?» Gilgamesh respondió: «He viajado hasta aquí buscando a Utnapishtim (Noé a.), mi padre, porque los hombres dicen que él ha entrado a la asamblea de los dioses, y que ha encontrado la vida eterna: Deseo hacerle una pregunta a él, con respecto a la vida y a la muerte.» El hombre-escorpión abrió su boca y dijo, hablando a Gilgamesh: «Ningún hombre nacido de mujer ha hecho lo que tú has preguntado, ningún hombre mortal ha ido a la montaña, su longitud es de veinte leguas de oscuridad, en ella no hay luz, sino que el corazón se oprime con la oscuridad. Ya que desde que sale el sol hasta la puesta no hay luz.» Gilgamesh dijo: «Aunque tenga que pasar por tristeza y dolor, suspirando y gimiendo, aún debo ir. Abre la puerta de la montaña.» Y el hombre-escorpión dijo: «Ve, Gilgamesh, te permito pasar a través de la montaña de Mashu y a través de los altos rangos, que tus pies te lleven a salvo al hogar. La puerta de la montaña está abierta.»” La Epopeya de Gilgamesh.

El viaje de Gilgamesh continúa y pasa por la hacedora de vino, como si ella fuera un símbolo de la intoxicación de la gente por el amor a la vida terrenal y el “Yo”, entonces la hacedora de vino le llama a la vida terrenal y a preocuparse por sí mismo, a abandonar este viaje cansador buscando la inmortalidad.

“Ella respondió: «Gilgamesh, ¿a dónde vas tan apurado? Nunca encontrarás esa vida que estás buscando. Cuando los dioses crearon al hombre lo confinaron a la muerte, pero guardaron la vida para ellos mismos. En cuanto a tú, Gilgamesh, llena tu estómago con cosas buenas, día y noche, noche y día, baila y cásate, festeja y disfruta. Que tus ropas sean frescas, báñate con agua, cuida al niño pequeño que sostiene tu mano, y haz feliz a tu esposa con tu abrazo, porque esto también es parte del hombre.» Pero Gilgamesh dijo a Siduri, la joven: «Joven mujer, dime ahora, ¿cuál es el camino a Utnapishtim, el hijo de Ubara-Tutu? ¿Qué direcciones hay para el pasaje? Dámelas, oh, dame las direcciones. Cruzaré el océano si es posible, y si no vagaré aún más lejos en el desierto.” La Epopeya de Gilgamesh.

Es como si estas últimas palabras de Gilgamesh fueran las citadas por Moisés (a), Moisés (a) dijo: “a su discípulo: «No descansaré hasta que alcance la unión de los dos mares, aunque tenga que caminar durante mucho tiempo.»” Sura 18, Al-Kahf (La Caverna), 60.

Y el viaje de Gilgamesh continúa hasta que llega a su abuelo Utnapishtim (Noé a.) y su abuelo le cuenta la historia del diluvio, entonces Gilgamesh aprende el secreto de la vida de su abuelo.

Utnapishtim dijo: “No hay permanencia. ¿Construimos una casa para quedarnos para siempre, sellamos un contrato para sostenerlo para siempre? ¿Los hermanos dividen la herencia para quedársela para siempre, acaso dura el tiempo de fluir de los ríos? Es sólo la ninfa de la mosca-dragón que pierde su larva y ve al sol en su gloria. Desde los antiguos días no hay permanencia. Y el que duerme y el muerto, que parecidos son, son como la muerte retratada. ¿Qué hay entre el amo y el siervo cuando ambos han cumplido su condena?” La Epopeya de Gilgamesh.

Las epopeyas, historias y poemas sumerios, prueban que donde hubo sumerios, la historia de la religión divina existió y fue completa en todos sus detalles, personas y símbolos, y antes de la existencia del judaísmo, el cristianismo y el islam. Así en las tablillas de barro sumerias, encontramos el dios real y único que domina todo, encontramos en ellas las ideologías, la ética, las creencias sagradas, la adoración y sus métodos, y los caminos para alcanzar la victoria sobre Satanás, la vida terrenal, el “Yo” y el amor por sí mismo. Por eso, los sumerios tenían la religión entera, desde la A a la Z. ¿Entonces de dónde la obtuvieron? ¿De dónde obtuvieron este sistema sofisticado que apareció repentinamente completo en la historia de la Mesopotamia?

La verdad que toda persona racional ve es clara como el sol, hay un salto cultural y civil que vemos a través de la cultura y civilización sumeria. Así que, si alguien quiere negarlo después de todo lo que hemos dicho, es asunto suyo. Como sea, convenciones y teorías se han hecho para explicar este salto cultural. Y si el asunto fuera de otra manera, no se hubiera llegado al punto de proponer teorías que dicen que los extraterrestres llegaron del espacio. Y me asombra tanto la persona que acepta que la razón detrás del progreso de la humanidad es la llegada de extraterrestres en sus naves espaciales usando sus poderes universales de los cuales no vemos ni un rastro en la tierra, para justificar este salto cultural y que aún, no acepta que el alma de Adán fue soplada dentro de su cuerpo y que de esta manera evolucionó y se volvió más sofisticado entre la creación en los aspectos de organización y en la habilidad de pensar y comprender.

 

Ahmed Alhasan احمد الحسن

23 de diciembre del 2012

La Décima Litera

Los sumerios y la Supremacía de Dios

Con respecto al gobierno, el Dr. Kramer dice:

“GOBIERNO, EL PRIMER PARLAMENTO: el progreso social y espiritual del hombre es, contrariamente a lo que podría creerse si se consideraran las cosas de un modo superficial, a menudo, un proceso lento, tortuoso y difícil de seguir en su encaminamiento; el árbol en pleno vigor puede encontrarse separado de la semilla original por millares de kilómetros o, como en el presente caso, por millares de años. Tome, por ejemplo, la forma de vida conocida como democracia y su institución fundamental, la asamblea política.

Esto sorprenderá, sin duda, a muchos de nuestros contemporáneos, persuadidos de que la democracia es un invento de Occidente, e incluso un invento de fecha reciente. Lo que, no obstante, no deja de asombrar es que la cuna de la democracia haya podido ser precisamente ese Próximo Oriente que, a primera vista, tan extraño parece ser a semejante régimen. Pero, ¡qué de sorpresas reserva al arqueólogo su paciente trabajo! A medida que se ensancha y se profundiza su campo de excavación, la «brigada de pico y pala» realiza, en esta parte del mundo, los hallazgos más insospechados. Se trata del acta de una asamblea política.

Así, pues, hacia el año 3000 a. de J.C. el primer Parlamento de que se tiene noticia hasta la fecha se reunió en sesión solemne. El Parlamento se componía, igual que nuestros modernos Parlamentos, de dos Cámaras: un Senado o Asamblea de los Ancianos, y una Cámara Baja, constituida por todos los ciudadanos en estado de llevar armas. El Parlamento del que se hace mención en nuestro texto se trataba de una sesión extraordinaria, durante la cual las dos Cámaras representativas tenían que escoger entre lo que hoy día llamaríamos «paz a cualquier precio» y «la guerra por la independencia». El “senado”, con sus ancianos conservadores, declaraban la paz a todo precio, pero su decisión fue “vetada” por el rey, quien entonces llevó la cuestión a “cámara baja”. Este cuerpo declaraba la guerra y la paz, y el rey la aprobaba. ¿En qué parte del mundo fue el primer “parlamento” encontrado por el hombre? No, como puede suponer, en alguna parte de occidente, o en el continente europeo. A uno le parecería hallarse en Atenas o en la época de la Roma republicana. Y, sin embargo, nos encontramos en el Próximo Oriente, hogar tradicional de tiranos y déspotas, una parte del mundo donde las asambleas políticas fueron enseñadas para ser prácticamente desconocidas. Fue en la tierra conocida en la antigüedad como Sumeria, situada al norte del Golfo Pérsico entre los ríos Tigris y Éufrates, que la asamblea política más antigua conocida se reunió. ¿Y cuándo fue este “parlamento”? En el tercer milenio A.C. En esos días, esta región del Cercano Oriente, Sumeria (que corresponde aproximadamente a la mitad sureña de Iraq) estaba habitada por un pueblo que desarrolló lo que probablemente fue la civilización más alta en el entonces mundo conocido.” La Historia Empieza en Sumeria, Dr. Samuel Kramer.

La relación de los sumerios con la supremacía de Dios es un asunto que no podía ser reconocido por Kramer o la mayoría de los arqueólogos, porque o no creían en la supremacía de Dios o eran ateos que creían que la religión fue inventada por los sumerios y que la Torá y el Corán eran sólo el resultado de un proceso de reproducción de las historias sumerias que eras ficticias -como creen-así como la historia del Diluvio. Por eso cuando descubren que el rey sumerio presentó la cuestión de guerra a los dos concejos, juzgaron y concluyeron que los sumerios practicaban una democracia similar a la democracia occidental de hoy. Sin embargo, lo que practicaban los sumerios no era democracia occidental y lo que ellos hacían no tenía nada nada en común con ella ya que hay muchos textos sumerios que confirman que el gobernante recibía su autoridad por designación divina. El sistema de gobierno sumerio es un sistema que heredaron de Noé (a) y de los profetas tal como heredaron la religión divina. Así que tenían un sistema de gobierno divino distorsionado tal como tuvieron una religión divina distorsionada. Por eso el sistema de gobierno sumerio no fue ni una dictadura ni una democracia en el sentido occidental de democracia que se conoce hoy. En el sistema de gobierno sumerio, había un rey designado por los dioses. Y en el sistema de gobierno divino hay un rey designado por Dios y la misión de este gobernante es cumplir el deseo de Dios, aplicar la ley de Dios y ser justo con los que sufren injusticia. Así que hay un propósito detrás de la designación del gobernante divino el cual no es el gobierno en sí. Por eso el sistema de gobierno divino puede alcanzarse incluso a través de la supervisión del gobernante designado por Dios sobre la aplicación, su observación de la aplicación y su intervención para corregir cuando haya un movimiento en dirección al error. Y no es necesario que él se gobierne para que el propósito de su designación se cumpla. Encontramos esto o algo similar a esto en el ejemplo sumerio mencionado por el Dr. Samuel Kramer, ya que había una contienda entre Uruk y Kish por la autoridad y el derecho de la designación divina, y el gobernante de Uruk pidió la opinión del pueblo sobre elegir la guerra o la paz, pero no era una opinión a la que estaba obligado a seguir, como quedó claro con lo ante mencionado,

“Será interesante precisar en qué circunstancias tuvo lugar esta memorable sesión. Igual que Grecia en una época mucho más reciente, la Sumer del tercer milenio a. de J. C. se componía de un cierto número de ciudades-Estado que rivalizaban entre ellas por la hegemonía. Una de las más importantes de estas ciudades era Kish, la cual, según una leyenda sumeria, había recibido la realeza como un don del cielo inmediatamente después del «Diluvio». No obstante, Uruk, otra ciudad mucho más meridional, iba extendiendo su poderío y su influencia y amenazaba seriamente la supremacía de su rival. El rey de Kish (que en el poema se llama Agga) acabó dándose cuenta del peligro y amenazó a los urukianos con hacerles la guerra si no le reconocían como a su soberano. Fue en este momento decisivo cuando fueron convocadas las dos Cámaras de representantes de Uruk: la de los ancianos y la de los ciudadanos válidos.” La Historia Empieza en Sumeria, Dr. Samuel Kramer.

Y es verdad que algunos de los reyes de Sumeria eran sólo reyes que decían ser designados divinamente, pero lo que nos importa a nosotros es que los sumerios en general creían en la designación divina. Y este asunto está confirmado por lo que vemos repetido en las tablillas de barro, que los reyes eran del linaje de los dioses y que los reyes los designaban. Y hay una historia apoyada por el Corán que representa el conflicto que ocurrió en Sumeria o Mesopotamia entre un demandante de soberanía y Abraham, el Amado de Dios (a), el rey designado por Dios.

“¿No te has fijado en el que disputaba con Abraham sobre su Señor, porque Dios le había otorgado el gobierno? Cuando Abraham dijo: «Mi Señor es Quien da la vida y la muerte», él dijo: «Yo doy vida y muerte.» Dijo Abraham: «Ciertamente, Dios trae el Sol por el Oriente. Tráelo pues, tú por el Occidente.» Así fue confundido el que ocultaba la Verdad. Dios no guía a los opresores.” Sura 2, Al-Baqara (La vaca): 258

Y en general, uno puede revisar los textos sumerios, acadios y babilonios para que ver este asunto está claro en muchos pasajes, y que la soberanía era un asunto de designación divina de acuerdo a la

creencia de ellos, es decir, como existe en la ideología correcta de la religión divina de la Torá, el Evangelio y el Corán. Y esto muestra claramente que los sumerios heredaron la antigua religión divina y se comprometieron con sus enseñanzas, especialmente en las leyes divinas y el ejecutor de ellas. Pero a medida que el tiempo pasó, lo que ocurre siempre ocurrió a ellos, que es la distorsión de la religión divina, el usurpamiento de la soberanía divina y la opresión al rey designado por Dios, como la situación de Abraham (a), quien eventualmente tuvo que abandonar la tierra de sus padres hasta que Dios quiso que sus hijos regresen más tarde, y esto fue con el regreso de su hijo Alí bin Abi Talib (a) a la tierra de Sumeria y Acadia, o Semeru, Shinar o Mesopotamia (Iraq).

Este es un texto transcripto por el Dr. Kramer de las tablillas sumerias y aclara que los sumerios creían en la religión divina y en la designación divina del rey o gobernante:

“¡Oh, Sumer, gran país entre los países del universo!

Siempre henchido de luz constante, tú que, de Levante a Poniente,

repartes las leyes divinas a todos los pueblos!

¡Tus leyes divinas son leyes gloriosas, inaccesibles!

¡Tu corazón es profundo, insondable!

¡La verdadera sabiduría que tú aportas…, como el cielo, es intocable!

¡El Rey a quien tú das la vida ostenta la diadema inmortal!,

¡El Señor a quien tú das la vida se corona para siempre!

Tu Señor es un Señor venerable;

junto con An, el Rey, ocupa su lugar en el celeste Estrado.

Tu Rey es el «Gran Monte»,” La Historia Empieza en Sumeria, Dr.

Samuel Kramer.