En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo
Y la alabanza a Dios
La paz sea con vosotros y la misericordia de Dios y sus bendiciones
El dolor de espalda:
En muchas ocasiones la medicina falla al diagnosticar la causa del dolor de espalda, así que pensé en escribir una explicación breve de la causa para que podáis abordarla vosotros mismos.
Causa biológica:
Nosotros, como seres humanos, hemos formado y evolucionado los cuerpos que utilizamos para el examen en este mundo durante los últimos millones de años en la blanda sabana africana. Por consiguiente, las articulaciones de nuestros cuerpos se construyeron sobre esta base, es decir, caminando sobre una tierra blanda, por esto, nuestras articulaciones no son adecuadas para resistir los impactos causados al caminar sobre un suelo rígido, después de haber levantado edificios, casas, ciudades y caminos de superficies con materiales de construcción sólidos. Este problema puede tratarse con un calzado de base elástica adecuado para absorber los impactos y reducir sus efectos sobre la columna vertebral y las articulaciones.
La causa espiritual:
Los genios, la envidia y cosas similares:
Diagnóstico: comienzas con la lectura de sura Al-Falaq tres veces, luego sura An-Nas tres veces, luego el Versículo de la Silla siete veces. Si bostezas mientras tanto, significa que necesitas tratamiento.
Tratamiento: en el período de tres días realizar estas acciones:
Lees sura An-Nur y al llegar al versículo de La luz lo repites setenta veces.
Mencionas a Dios de esta manera: Glorificado sea Dios, el Único, el Conquistador, diez mil veces (Subhanahu Huwa Allah Al-Wahid Al-Qahar)
Escribes en una hoja blanca con agua de rosas y azafrán Al-Fátiha, las dos del Refugio* y el Versículo de la Silla. Luego sumerges lo escrito en agua (de 3 a 5 litros) y te bañas con esta agua. No permites que el agua del baño llegue a un lugar impuro, sino que la juntas y la arrojas en un lugar puro (al jardín, por ejemplo).
Después de completar estas acciones en tres días no dejas ninguna noche sin leer el Versículo de la Silla antes de dormir: {Dios, no hay más dios que Él, el Viviente, el Sustentador. No lo toma somnolencia ni sueño. De Él es lo que hay en los cielos y lo que hay en la tierra y lo que hay entre ellos dos y lo que hay debajo del suelo, Sabedor de lo oculto y el testimonio. Él es el Misericordioso, el Misericordiosísimo. ¿Quién ha de interceder ante Él si no es con su permiso? Sabe lo que hay entre las manos de ellos y lo que hay detrás de ellos. Y no abarcan nada de su ciencia sino lo que quiere. Ha abarcado su Silla los cielos y la tierra, y no le fatiga proteger a ambos. Él es el Altísimo, el Inmenso}, Corán, sura «Al-Baqara», (La Vaca), 255.
Y el versículo de Lo Forzado: {Ciertamente vuestro Señor es Dios, el que ha creado los cielos y la tierra en seis días, luego se incorporó en el Trono. Cubre a la noche con el día, que lo busca rápido. Y el Sol, y la Luna, y las estrellas, están sujetos a su orden. ¿No es de Él la creación y la orden? Bendito sea Dios, Señor de los mundos * Suplicad a vuestro Señor humilde y en privado. Ciertamente, Él no ama a los transgresores * Y no corrompáis en la Tierra después de su corrección, y suplicadle temeroso y anhelante, ciertamente, la misericordia de Dios está cerca de los bienhechores}, Corán, sura «Al-Anaam» (Los ganados), 54-56.
Y el versículo del Reino: {Di: «Oh Dios, Rey del reino, llevas el reino a quien quieres y alejas el reino de quien quieres, y enalteces a quien quieres y humillas a quien quieres. En tu mano está el bien. Ciertamente, Tú eres Todopoderoso * Introduces la noche en el día e introduces el día en la noche, y haces salir lo vivo de lo muerto y haces salir lo muerto de lo vivo, y provees a quien quieres sin cuenta}, Corán, sura «Al Imran» (La familia de Imrán), 26-27.
Y pido a Dios seguridad y bienestar para todos.
*Sura Al-Falaq y Sura An-Nas.
Consejo para las madres:
Asegúrate de proteger a tu niño de la maldad de la humanidad, de los genios y de toda bestia, con el Corán y la súplica. Cuando se vaya a dormir cada noche protégelo con las dos del Refugio,* y el Versículo de la Silla, e intenta que él se ponga a leerlo contigo, y con el correr de los días estas lo protegerán. Cuando el niño salga de la casa para la escuela, por ejemplo, enséñale a pronunciar el recuerdo de Dios, para que se le haga un hábito con el que crezca. Cada vez que salga de la casa que mencione a Dios y puede bastar con que diga “oh Dios” (Ya Alá) cada vez que salga.
Mencionar a Dios no sirve solamente para la otra vida de tu niño, sino que mencionar a Dios protege a tu niño de lo mundanal, de la maldad de la humanidad y los genios, y de todo daño. Y que todos vosotros procuréis la seguridad de vuestros hijos. Creo que este precio está en las posibilidades de cada uno de vosotros.
* Sura Al-Falaq y Sura An-Nas.