En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo
La alabanza a Dios, Señor de los mundos. Rey del reino, que jalas el firmamento, sujetas los vientos y rompes el alba. Remunerador de la religión, Señor de los mundos. La alabanza a Dios que por temor a Él se estremecen el cielo y sus habitantes, tiemblan la Tierra y sus poblados, y se agitan los mares y quienes nadan en sus profundidades.
Oh Dios, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, las arcas que surcan los abismos insondables. Quien las aborda está a salvo y quien las deja se ahoga. El que se adelanta a ellas es un apóstata, el que se retrasa a ellas es aniquilado y el que no se separa de ellas sobrevive.

Al honorable profeta,
líder militar sin igual
y sucesor de Moisés hijo de Imrán (a),
que condujo a los hijos de Israel para salir del yermo
hasta uno de los dos hombres que Dios agració; pues el Altísimo dijo:
{Dos varones de los que temían dijeron a los que había agraciado Dios: «Entrad contra ellos por la puerta. Pues, si entráis por ella, seréis vencedores. Y a Dios encomendaos, si sois creyentes»} La mesa servida, 23.
Al sayed Josué hijo de Nun (a):
Sayed mío, este indigente te dedica esta mercancía insignificante,
así que páganos la medida y haz caridad con nosotros.
Ciertamente, Dios recompensa a los caritativos.
Ahmed Alhasan